Los adultos a menudo son fascinados, y despiertan una curiosidad sobre, el arte infantil. Muchos niños y adolescentes no sólo disfrutan dibujando, pintando, y esculpiendo; su trabajo también a menudo refleja sus pensamientos y sentimientos. Ellos son capaces de luchar en privado con sus sentimientos desafiantes así como en público comunicar ideas complejas y emociones. El arte proporciona una maravillosa oportunidad de los niños para describir tanto su mundo interno como externo; ellos pueden dibujar tan fácilmente un retrato de su nuevo cachorro como infundir un cuadro con sus preocupaciones sobre un accidente de avión. El proceso de la creación es provechoso pero además los niños están a menudo orgullosos del producto. Sin embargo, hay tiempos cuando el objetivo es describir y compartir una experiencia más bien que sólo hacer un cuadro bonito. En el proceso de criar a los niños son capaces de conseguir alguna distancia de la situación, organizar sus pensamientos e imaginación, ver opciones y calcular soluciones a los problemas.
Después del acontecimiento estresante o circunstancia de vida, los niños pueden dar vuelta al arte más fácilmente que palabras para expresan las emociones más difíciles. Ellos pueden usar el arte para describir un acontecimiento, contar una historia preocupante, expresar pensamientos internos, o hacer un monumento conmemorativo para una persona en especial. Además, los pensamientos aplastantes o confusos y los sentimientos pueden ser más fáciles de manejar y entender cuando ellos son dejados en el papel. Los adultos pueden ayudar a los niños que se interesen por los participantes y observadores del paciente y oyentes. Las sugerencias para dirigirse a una discusión sobre el arte de un niño siguen.
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